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'Ponchan' conflictos a las llanteras

Por Karla Rodríguez Reforma , 7 de mayo de 2004

Los altos costos de los contratos colectivos, intransigencia de los sindicatos, importación desmedida y contrabando de llantas han propiciado que la industria hulera pierda competitividad, se hayan cerrado empresas y cancelado empleos.

Hasta hace 5 años México producía 95 por ciento de las llantas que demandaba el mercado local, pero ahora, tras el cierre de las firmas Good Year Oxo, Euzkadi y Uniroyal, se han perdido 5 mil empleos y de los 30 millones de llantas que se comercializan en el País, 17 millones son importadas.

“Es más atractivo para los importadores traer llantas de China, Corea del Sur, Taiwan e India, donde los productores tienen incentivos y condiciones laborales diferentes a las de nosotros”, afirmó Francisco Martha Hernández, director general de la Cámara Nacional de la Industria Hulera.

Para Luis Manuel Guaida, del despacho Guaida y Asociados, la industria hulera en México ha perdido competitividad frente a otros productores debido a las condiciones laborales y los costos generados por el contrato ley.

Debido al contrato ley, por cada peso que se le paga al obrero del sector hulero, se erogan otros 2.60 en prestaciones, de acuerdo con las empresas.

“La industria llantera es la que paga los salarios y prestaciones más altos, pero el principal problema es que su contrato de ley es muy rígido y no ha podido adaptarse a la situación competitiva actual por los sindicatos”, apuntó el directivo.

Otro factor que impide elevar la competitividad es la intransigencia de los sindicatos para tomar decisiones.

Luis Torres Cruz, ex empleado en una llantera, puso como ejemplo que en una ocasión el sindicato se opuso a sustituir en el proceso una sustancia antiadherente en polvo por otra líquida, porque implicaba la cancelación de dos puestos de barrenderos.

Actualmente, en México operan sólo tres llanteras: General Tire, en San Luis Potosí, Compañía Hulera Tornel, en el DF y Estado de México, y Bridgestone Firestone, en el Distrito Federal y Cuernavaca.

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